El invierno es la época donde más gripe y resfriados se producen, y aunque el descanso es lo más recomendable, también una buena alimentación puede ayudarnos a recuperarnos antes y sentirnos mejor.

En todo caso nunca hay que tomar bebidas con alcohol o con demasiada cafeína, ya que dificultan y empeoran la hidratación.
Además es recomendable tomar cereales, legumbres, verduras, carne, huevos y pescado, cocinados de forma saludable, ya que nos aportan minerales que nos ayudan a recuperarnos.
Siempre es mejor hacer una dieta ligera y variada, evitando los alimentos pesados, excesivamente condimentados o muy grasos puesto que exigen un mayor esfuerzo a nuestro organismo para hacer la digestión.
La fruta es fundamental, por eso podemos tomar kiwis, naranjas y mandarinas, que nos aportan vitamina C para aliviar los síntomas y son muy ricos en agua que nos ayudan a estar hidratados. También debemos tomar otros alimentos beneficiosos como la col, el brócoli, los espárragos, la remolacha, las patatas y las berenjenas.
Los lácteos, como un vaso de leche o yogur, también pueden tomarse, pero sin pasarse y preferiblemente desnatados o bajos en grasa.
Para prevenir estas enfermedades lo mejor es mantener fuertes nuestras defensas tomando por ejemplo jalea real, polen, levadura de cerveza, frutos secos, cebolla o ajo.
Más consejos
Además es muy importante que nos lavemos las manos a menudo, sobre todo cuando volvamos a casa o después de estar en sitios concurridos o con gente resfriada. Si estamos enfermos no debemos compartir los cubiertos o los vasos con el resto de la familia. También debemos abrigarnos bien y evitar las corrientes de aire frío, ya que es por donde se diseminan los virus.