
Lo que termina diferenciando unas pastas de otras finalmente son los otros ingredientes a añadir para hacer las masas madre; es decir las harinas, azúcares, piñones, almendras… y un largo ecétera.
En cualquier pasta, la forma de medir la calidad será su frescura, aroma y sabor. Para lograr esto, hay conseguir un proceso de elaboración donde solo se utilicen los mejores ingredientes como materia prima, y la no presencia de conservantes artificiales. Cuando se consigue este equilibrio, el resultado salta a la vista, y al gusto.

La distribución de estos productos es muy variada, lo normal es encontrarlas sobretodo en comercios de Castilla y León, aunque algunas empresas están comprando estas patas para etiquetarlas bajo su propia denominación y marca.