Un buen cava brut, a la temperatura adecuada, es un aperitivo ideal que estimula ligeramente el apetito y armoniza con casi cualquier preparación culinaria. Aunque en los maridajes siempre hay que actuar con cierto grado de libertad, aperitivos y cava es un maridaje que funciona.
Esta versatilidad es debida a la acidez, frescor y aportación carbónica del cava, que armoniza con los cuatro sabores básicos : amargo, dulce, salado y ácido. Pero además, los cavas brut son los más adecuados para acompañar los más variados productos : frutos secos, canapés, salmón ahumado, hojaldres de sabores diversos ... También las tradicionales aceitunas, las patatas chips, los calamares, los langostinos, el jamón serrano y el queso cortado a láminas. Otra ventaja añadida es su grado alcohólico; no excesivamente alto, en torno a los 11,5 -12ºC.
Los fundamentos para considerar al cava como una bebida de aperitivo se remontan a la evolución que se llevó a cabo a principios de la década de los ochenta en las técnicas de producción. Gracias a fermentaciones realizadas a temperaturas controladas se lograron vinos más afrutados y más ligeros que ampliaron las posibilidades gastronómicas del cava.
Los elaboradores dejaron un poco aparte la producción de cavas secos, con índices de azúcar elevados que acompañaban los postres y se centraron en los cavas bruts. Estos cavas modernos, estructurados, alegres, frescos y fáciles de beber que combinan perfectamente con una comida.

El efecto carbónico del cava armoniza con los 4 sabores básicos : salado, dulce, ácido y amargo. Sin embargo, un criterio de maridaje a tener en cuenta es la cantidad de azúcar que determina la idoneidad de cada cava para acompañar un aperitivo, comida o postre. Para acompañar aperitivos
variados lo más recomendable son los Brut.
La familia de los brut, -Brut Nature, Extra Brut y Brut-, encaja muy bien con aperitivos, entremeses, ahumados, embutidos, pescados a la parrilla o en salsa (ya sea tipo cremosa, de tomate o cualquiera de las salsas que se deriven de la mayonesa), mariscos... También se pueden tomar con carne porque con sus burbujas, actuará como un limpia grasas y por supuesto con ensaladas tibias y frías, pero cuidando que no lleven demasiado vinagre, por su incompatibilidad con el vino en general.
Pero posiblemente, sea su frescor, su aroma delicado y su discreto cosquilleo sobre el paladar lo que convierte al cava en un vino ideal para acompañar aperitivos y platos muy diversos.