Esta es una sencilla receta ideal para poner de aperitivo antes de las comidas. Se tarda muy poco tiempo en preparar aunque lo ideal sería prepararlo el día antes a su consumición para que el chorizo macere bien y el sabor del vino tenga más fuerza. Aún así también está muy rico si lo comes cuando lo cocinas.
El chorizo es una carne de cerdo que pertenece al grupo de alimentos de los embutidos. Aún que tiene un alto número de calorías, también es un alimento proteico muy rico en sodio. Cuidado los que tengan el colesterol alto con abusar de él.
Primero pinchamos los chorizos por tres o cuatro sitios con un tenedor y los añadimos a una cazuela con el vino. Una vez que el líquido esté en ebullición, bajamos el fuego y lo dejamos cociendo durante 15 minutos. Después retiramos la cazuela del fuego y reservaremos el chorizo hasta el día siguiente.

El brandy es opcional pero queda muy bien en esta receta. Tomando como referencia la medida de un vaso de chupito que llenaremos de brandy, se echa en la cazuela, una vez que haya reducido el vino y con mucho cuidado y colocándonos a una distancia prudente, lo flambeamos y dejamos que las llamas se apaguen.
Para la presentación es ideal utilizar una cazuelita de barro que guarde el calor del guiso, pues este plato es aconsejable comerlo muy caliente y acompañado de rodajas de pan tostado.