Se recomendaba servir dos sopas colocando las fuentes en los extremos de la mesa; se añadían cuatro platitos fríos, cuatro intermedios calientes y seis entradas a gusto del anfitrión.
Con las sopas se bebía vino de Jerez.
Los platos volantes fríos podían consistir en embutidos, aceitunas, etc. Con ellos se tomaba vino de Burdeos.
Segundos platos
Se servían dos ensaladas, dos asados de pescado, dos de caza de pelo, dos de caza de pluma, dos aves caseras, poniendo la aceitera y la salsera a cada extremo de la mesa.

Con el pescado se bebía Burdeos blanco. Con las carnes y aves se servía vino de Borgoña. Para las aves también se podía tomar Champán.
Además se ponían también entremeses fríos como rábanos, higos, lonjas de anchoas, pepinillos, etc. con los que se bebía vino del Rhin.
Si había un plato de legumbres se tomaba vino de Burdeos tinto.
Generalmente esta parte de la comida terminaba con helados caseros de frutas.
Postres
Después de los helados, se retiraban todos los servicios, se cepillaba la mesa y se colocaba el postre.

Con el postre se bebían vinos generosos.
Para comer el postre se colocaba un plato pequeño con cuchara y tenedor, dos cuchillos pequeños y un panecillo de pastelería.
El café se tomaba siempre en otra sala, momento que era generalmente aprovechado por los caballero spara fumar.