Bienvenidos al Blog de "HOY COCINA LA ABUELA:"

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Las torrijas se pasan a lo salado

Aunque las torrijas son un postre tradicional de Semana Santa, también pueden convertirse en un aperitivo o una tapa del mundo salado, empapando el pan en caldos en vez de en leche y añadiendo todo tipo de ingredientes a modo de tosta. La imaginación es el único límite.

Así lo ha demostrado la ganadora de la torrija salada del II Concurso Nacional de Torrijas celebrado en León y al que cocineros de España y Portugal presentaron 70 propuestas. Mercedes Valderrey, de La Jouja (León), triunfó con su torrija de gazpacho, crujiente de fideo de arroz, ajo negro, sal de vino tinto y sorbete de limonada (combinado de la Semana Santa leonesa con vino, limón y canela).

"Me parece original y atrevido llevar la torrija al mundo salado. Las posibilidades son inmensas", dice a Efe la cocinera, que ha incorporado su creación a la carta de su establecimiento como tapa.

También fue salada la ganadora de la categoría torrija innovadora, u
na creación de inspiración japonesa que le llevó dos meses de trabajo a Gonzalo Calzadilla, del restaurante El Goceco de Fuenlabrada (Madrid).

"Lo más importante es el producto. Usamos un pan especial con una miga muy prieta, que queda muy jugosa. Infusionamos la leche con canela, piel de naranja y de limón y empapamos el pan un mínimo de doce horas. Luego lo pasamos por yema de huevo y lo freímos en aceite de girasol, que no da sabor, a 160 grados y rebozamos en azúcar y canela", comenta.

Y otra más, la que Gonzalo Calzadilla ofrece en su restaurante todo el año: pan de brioche remojado en leche infusionada con naranja, limón, canela y azúcar siete u ocho horas, frito en mantequilla con azúcar derretido para darle un tono dorado y caramelizada con azúcar.

En su opinión, el truco es conseguir "un interior muy empapado y un exterior crujiente sin exceso de aceite, por lo que es importante freírla a 180 grados".