La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha dado a conocer los datos correspondientes al IPOD de julio 2014, Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos que nos permite conocer las diferencias y fluctuaciones que experimentan los precios de algunos alimentos desde el campo hasta que llegan a nuestra cesta de la compra. En el mes de julio el índice porcentual general se ha establecido en un 465%, por lo que se ha incrementado en 13 décimas con respecto al mes de junio, incremento ligero pero más significativo si lo comparamos con julio del año pasado.
En el mes de junio los calabacines destacaban en el ranking de las diferencias consideradas especulativas, ahora coge el testigo otro alimento y supera la diferencia del 950% alcanzada por los calabacines. Encabezan la clasificación de este particular ranking el repollo, la diferencia del precio que se paga en el campo y el precio que pagamos los consumidores en el mercado alcanza el 1.070%. En origen, el kilo de repollo se cotizó a 0’10 euros, 3 céntimos menos que en el mes de junio, en cambio los consumidores hemos pagado una media de 1’17 euros por kilo de repollo, un céntimo menos que en el mes de junio, por lo que no se ha trasladado en su totalidad la reducción del precio en el campo. Esto significa que en el mercado hemos pagado hasta 11’70 veces el valor del repollo en origen, sin duda, se trata de un margen abusivo el aplicado por los intermediarios.

En tercera posición en el ranking de los alimentos que superan la barrera imaginaria del 500% encontramos otra fruta de hueso, las nectarinas siguen de cerca a los melocotones, la diferencia porcentual origen/destino ha pasado de un 300% en junio a un 875% en julio. En el campo las nectarinas se cotizaron a 0’20 euros/kilo, es decir, 36 céntimos menos que en el mes de junio. En el mercado, el consumidor ha pagado una media de 1’95 euros por kilo, es decir, 29 céntimos menos que en el mes de junio, como vemos, es el mismo patrón que el experimentado por los melocotones. A pesar de la reducción de precio en destino, los consumidores hemos pagado una media de 9’75 veces el valor de la fruta en origen.